Justicia Ambiental Impulsada por la Inteligencia Artificial
Los desafíos del cambio climático se han convertido en la marca distintiva de nuestra era, pero sus impactos no son igualitarios. Ya sea en naciones desarrolladas o en vías de desarrollo, la degradación ambiental afecta de manera desproporcionada a las comunidades marginadas por razones de raza, etnicidad, religión y pobreza. Estas mismas comunidades a menudo enfrentan desigualdades sistémicas, como la escasez de agua y una mayor exposición a la contaminación y condiciones climáticas extremas, todo exacerbado por la crisis climática.
Este es un hecho que conozco de primera mano. Cuando era niña, mi familia poseía una granja en Dominica, una pequeña isla-estado en el Caribe que cada año enfrenta la amenaza de la temporada de huracanes. Una sola tormenta tropical podía destruir redes eléctricas y arruinar cosechas enteras, devastando los medios de vida de quienes dependen de ellas.
Los desastres climáticos empujan a la pobreza a aproximadamente 26 millones de personas cada año, según el Banco Mundial. Dado que las vidas de las personas más pobres a menudo dependen de la agricultura, un sector altamente susceptible a las condiciones climáticas favorables, es esencial que tengan acceso urgente a recursos técnicos, financieros e institucionales para prepararse y responder a eventos climáticos extremos.
El sector tecnológico, con su capacidad para innovar en soluciones climáticas, tiene el potencial de proporcionar las herramientas necesarias para comprender, mitigar e incluso revertir los efectos negativos del calentamiento global. Para abordar estas injusticias ambientales a largo plazo, es fundamental que estas empresas pongan a disposición de las comunidades afectadas las tecnologías más avanzadas. Las herramientas basadas en la inteligencia artificial (IA) pueden ofrecer un acceso sin precedentes a pronósticos e información precisos, permitiendo que las comunidades aprendan y se adapten en tiempo real a los cambios climáticos. Un ejemplo es la Deltares Aquality App, impulsada por IA y respaldada por el IBM Sustainability Accelerator, que ayuda a los agricultores a evaluar y mejorar la calidad del agua, permitiéndoles cultivar de manera más sostenible y proteger la biodiversidad.

Presentación de diapositivas: Impulsar la prosperidad compartida a través de la agricultura.
La IA también puede ayudar a los pequeños agricultores a enfrentar desafíos como los crecientes costos, la competencia desigual con productores más grandes y los efectos devastadores del cambio climático en la biodiversidad y los patrones climáticos. Datos más precisos sobre el suelo y la disponibilidad de agua pueden ayudar a resolver estos problemas.
Imaginemos que las autoridades de un país en desarrollo utilicen algoritmos de aprendizaje automático para predecir el crecimiento demográfico y la demanda energética futura, optimizando así la red de suministro de energía.
Además de mejorar el acceso a herramientas basadas en IA, la comunidad tecnológica, junto con ONG, gobiernos y agencias internacionales, puede contribuir a construir un futuro más equitativo y resistente para las comunidades desfavorecidas. Esto implica proporcionar capacitación en habilidades técnicas y conocimientos verdes para preparar a los trabajadores para empleos futuros en una economía con bajo consumo de carbono.
La responsabilidad de abordar las crecientes amenazas al medio ambiente recae en todos nosotros: individuos, corporaciones, organizaciones y gobiernos. En particular, las empresas tecnológicas deben aumentar sus esfuerzos para combatir el calentamiento global, invirtiendo en el desarrollo e implementación de herramientas impulsadas por la IA y garantizando que aquellos que más las necesitan tengan acceso a ellas. La búsqueda de soluciones climáticas y la consecución de la justicia ambiental dependen de que el sector privado utilice su experiencia en beneficio de todos.
Fuente: elpais.com
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